Las pequeñas batallas
Este año me tocó preparar el acto por el día de la memoria, la verdad y la justicia en una escuela de Berisso. En la media uno tengo primer año, veinte que aún son niñxs y empezaron hace un mes la escuela secundaria, aún corren desenfrenados en los recreos y preguntan cómo se debe hacer esto y lo otro. Me sumaron a un grupo de ws con todas las profes encargadas del acto. Unas alumnas de 6to cantarían “Como la cigarra", otros de 4to harían un discurso a definir, la de tercero dijo que lo iba a hablar con sus estudiantes y nunca más escribió. Y primero cuarta, es decir, nosotros, deberíamos actuar. Debo decir que la liturgia escolar me aburre un poco. Me parece un lugar muy trillado de la historia, casi vulgar y vaciado de contenido, me aburre que las efemérides marquen nuestro calendario, siento una especie de irrupción en la intimidad del aula de los mandatos escolares hegemónicos. La siguiente clase evalué el nivel de entusiasmo y plegamiento a la idea de la actuación.Sincer